Diez cosas que hacer en Pachuca este verano

Como en la mayoría de las ciudades, puedes revivir la historia de Pachuca paseando por las callejones de su centro histórico. El monumento más representativo de la ciudad es El Reloj Monumental en la Plaza Independencia, que data de principios del siglo XX, la icónica maquinaria de las torres de reloj neoclásicas de Pachuca están basadas en el Big Ben de Londres y es unos de los lugares más peculiares para visitar en la ciudad. El centro de Pachuca también alberga varios edificios históricos que querrás visitar y agregar a tu itinerario. Entre los más destacados se encuentran la Casa de la Cultura (Foro Cultural Efrén Rebolledo), el Mercado de Barreteros, la Universidad La Salle Pachuca y el Templo y Ex Convento de San Francisco. Este último cuenta con una fachada barroca de cantera blanca que refleja la sencillez de la orden franciscana, aunque esconde tesoros históricos y artísticos como la Capilla de la Luz, con un hermoso altar y reliquias de Santa Columba.

Conectando el pueblo de Zempoala con Otumba, en el estado de México, el Acueducto del Padre Tembleque de 30 millas de largo, es el sistema hidráulico individual más grande construido en América Latina y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015. A solo 30 minutos en auto desde Pachuca, el Acueducto del Padre Tembleque es un ejemplo extraordinario de la combinación entre las técnicas arquitectónicas europeas, aplicadas a los proyectos hidráulicos y la construcción artesanal tradicional mesoamericana, sin duda es un destino fantástico para una breve excursión por la tarde.

Como siempre sucede cuando visitas una nueva ciudad, conocerás verdaderamente la esencia de Pachuca adentrándote en su tradición culinaria. La gastronomía de Hidalgo y Pachuca incluye una variada mezcla de sabores tradicionales y experimentales, que invitarán a tu paladar a querer descubrir más. La especialidad local más representativa son sin duda los pastes, un sabroso pastel horneado similar a las empanadas, tradicionalmente rellenas de papa, carne, habas o verduras. En Pachuca, encontrarás combinaciones casi infinitas de rellenos para los pastes, que van desde atún y papas, mole e incluso versiones dulces. Además de los pastes, te recomendamos una barbacoa: de acuerdo con la receta tradicional de Hidalgo, se excava un hueco lo suficiente profundo en la tierra, se deposita la carne y se cubre con piedras y hojas, que tienen como objetivo infundir a la carne el aroma y sabor típico.

El pueblo mágico y sitio arqueológico de Teotihuacán es una opción imperdible para los amantes de la historia que visitan Pachuca. Ubicada aproximadamente a una hora de la Ciudad de México, o de Pachuca, es conocida principalmente por albergar los restos bien conservados de la antigua ciudad azteca que alguna vez ocupó esta área. No te pierdas la emblemática Pirámide de la Luna y la Pirámide del Sol, o los imponentes edificios del Templo de Quetzalcóatl y el Complejo de Quetzalpapalotl. Entre las diferentes actividades que puedes disfrutar en la zona, te recomendamos sobrevolar Teotihuacan en un globo aerostático y visitar el Museo de Sitio de la Cultura Teotihuacana. El museo exhibe una rica colección de artículos y piezas talladas en roca que documentan la vida de los aztecas.

Aproximadamente a una hora de Pachuca, te encontrarás con Tula de Allende, uno de los destinos de arqueoturismo más visitados de México. Este fascinante pueblo mágico alberga los restos conservados, casi en su totalidad, de la ciudad más prominente de la civilización Tolteca. Aquí podrás admirar a los Atlantes, las gigantescas estatuas de piedra que representan a los guerreros toltecas que custodian el antiguo Centro Ceremonial. La zona arqueológica tiene un valor inmenso como patrimonio histórico: visita el museo Museo Jorge R. Acosta y conoce más sobre el auge y la caída del imperio Tolteca. Cuando te hospedes en Pachuca, también podrás llegar fácilmente al sitio arqueológico Pahñú, a unas 2 horas en automóvil desde la capital de Hidalgo. La zona alberga los restos de un asentamiento de la población Xajay, cuenta con impresionantes vistas panorámicas del Valle del Mezquital y el Cerro de Hualtepec.

Entre las cosas más emocionantes que hacer muy cerca de Pachuca para los amantes de la naturaleza y la aventura, sin duda está visitar el Parque Nacional El Chico. Esta reserva natural increíblemente rica, es uno de los parques nacionales más antiguos de México y abarca un territorio variado que incluye bosques de pinos, encinos, ríos y pintorescas formaciones rocosas. La zona ofrece innumerables posibilidades para practicar actividades y deportes al aire libre como: acampar, caminatas al aire libre, escalar, andar en bicicleta de montaña, pesca deportiva o simplemente disfrutar de la naturaleza y admirar la diversa vida silvestre que habita en la reserva. Los Pueblos Mágicos de Mineral (o Real) del Chico y Mineral (o Real) del Monte, son las principales puertas de acceso al Parque Nacional El Chico. Al hospedarte en Pachuca sin restricciones de tiempo, te sugerimos visitar el Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo. Con una ubicación privilegiada en medio de la Reserva de la Biosfera de la Barranca de Metztitlán, el pintoresco Pueblo Mágico es famoso por albergar los Prismas Basálticos, una espectacular formación rocosa en forma de pilares hexagonales que se originaron a partir de la lava.

Ubicados a 2 horas y alrededor de 30 minutos de Pachuca respectivamente, los pueblos mágicos de Mineral del Chico y Mineral del Monte se encuentran entre los pueblos mágicos más visitados del centro de México. Con una ubicación privilegiada a las puertas del Parque Nacional El Chico, Mineral del Chico, más conocido como Real del Chico, es un pueblo encantador con un fuerte pasado minero, como aún lo atestiguan la arquitectura distintiva de sus coloridas casas y edificios. Cuando estés en Real del Chico, visita la iglesia neoclásica Parroquia de la Purísima Concepción y explora sus hermosos interiores, no dejes de degustar su típico asado en alguno de los restaurantes. En Mineral del Monte (o Real del Monte), también de fuerte herencia minera, podrás degustar los pastes más deliciosos de todo Hidalgo, incluso encontrarás un museo dedicado a este exquisito platillo - el Museo del Paste y tendrás la oportunidad de aventurarte en minas reales que aún están abiertas al público. Desde ambos pueblos se puede llegar fácilmente a Pachuca y Tula de Allende.

Pachuca tiene la reputación de ser la cuna del fútbol en México y el entusiasmo de sus habitantes por este deporte parece demostrarlo. Si te gusta el fútbol, te recomendamos visitar el Centro Interactivo Mundo Futbol, el extraordinario museo interactivo de Pachuca, donde podrás conocer los orígenes de este deporte en Mesoamérica. El Centro Interactivo Mundo Fútbol cuenta con un mini estadio donde puedes jugar con tus amigos, también tiene una sala de proyección 3D y un lugar equipado para entrenamiento profesional e incluso un set de televisión, donde puedes poner a prueba tus habilidades como comentarista.

A veces, la belleza y el arte se muestran en formas o lugares no convencionales; tal es el caso del Macromural de Pachuca en el barrio de Las Palmitas. El rescate de espacios públicos dio a algunos artistas locales la oportunidad de redecorar todo el barrio, realizando coloridas pinturas murales en las fachadas de las casas. El arcoíris de colores sobresale del paisaje urbano en los cerros, el vecindario te sorprenderá con el Parque David Ben Gurión, ya que cuenta con una plaza de mosaicos multicolores del artista Byron Gálvez Avilés, realizado como un homenaje a la mujer del mundo.

Antes que te vayas de Pachuca, te recomendamos probar una de las bebidas emblemáticas de la ciudad, el pulque. Considerada la bebida más antigua de México, aunque menos popular que el mezcal o el tequila que es la especialidad de Jalisco, el pulque es una bebida fermentada hecha de la planta de maguey, también conocida como agave. Con una rica historia que data de más de 1000 años y un fuerte sabor que lo hace único, el pulque ha pasado por diferentes fases de ascenso y descenso en popularidad, manteniéndose como una de las bebidas más representativas de la esencia del país. En Pachuca y sus alrededores, encontrará varias ex-haciendas que ofrecen visitas guiadas, degustaciones y talleres; únete a la Ruta del Pulque y aprende a hacer esta histórica bebida rodeado de fascinantes paisajes naturales.