Te sugerimos iniciar tu recorrido por Chihuahua con un paseo por su centro histórico. Aquí encontrarás algunos de los principales monumentos y recintos de la ciudad, como el reconocido Palacio de Gobierno, sede de las oficinas ejecutivas del gobernador del estado de Chihuahua. Este majestuoso edificio neoclásico es probablemente el monumento más emblemático de Chihuahua que atestigua la historia de la ciudad y su pasado revolucionario con un santuario, el Altar de la Patria, en conmemoración del fusilamiento del Padre Miguel Hidalgo. Otros sitios destacados son: el Palacio Federal de Chihuahua, donde Miguel Hidalgo fue encarcelado y posteriormente fue convertido en museo, la iglesia metodista neoclásica La Santísima Trinidad, la famosa Catedral Metropolitana de Chihuahua y el pintoresco Templo de San Francisco de Asís.

Considerado uno de los monumentos religiosos más importantes del noroeste de México, la imponente Catedral Metropolitana de estilo barroco se eleva sobre la elegante Plaza de Armas y es una parada obligada durante tu visita a la ciudad. Además del llamativo esplendor de su fachada que combina elementos barrocos y rococós, la catedral destaca por albergar otras importantes obras maestras del arte sacro como el Santuario del Cristo de Mapimí (una representación de gran realismo de Cristo sobre un altar dorado) y las estatuas y decoraciones que adornan sus amplios interiores. La Catedral Metropolitana de Chihuahua también alberga el Museo de Arte Sacro, que exhibe una magnífica colección de pinturas al óleo que datan del siglo XVIII.

No muy lejos de la Catedral Metropolitana y el Palacio de Gobierno, encontrarás otro hito lleno de historia: el sencillo, pero hermoso Templo de San Francisco de Asís. Su arquitectura serena y sobria, y los exteriores pintados en diferentes tonos de blanco, tradicional seña de identidad de las misiones franciscanas, reflejan la política de austeridad de los franciscanos. El templo fue construido en el siglo XVIII y es considerado uno de los edificios coloniales más valiosos que aún existen en el centro de la ciudad de Chihuahua y aún conserva sus características originales. En 1811 el Templo de San Francisco sirvió también como mausoleo albergando el cuerpo embalsamado del Padre Miguel Hidalgo.

Si quieres aprovechar al máximo tu estancia en Chihuahua, no pierdas la oportunidad de subirte a bordo del popular tren El Chepe. El histórico Tren Chihuahua-Pacífico te ofrece la imperdible oportunidad de explorar los impresionantes paisajes del estado de Chihuahua y recorrer las pintorescas Barrancas del Cobre. El tren Chepe conecta la ciudad de Chihuahua con Los Mochis, la estación de partida en el estado de Sinaloa y hace varias paradas para que puedas explorar increíbles áreas naturales, y muchos pueblos pintorescos. Si decides hacer este recorrido, asegúrate de bajarte de El Chepe y visitar pueblos mágicos de Creel, El Fuerte y en Divisadero, donde puedes disfrutar de la majestuosidad de las Barrancas del Cobre y practicar diversos deportes, y actividades al aire libre.

La famosa zona arqueológica de Paquimé es otra parada obligatoria durante tu aventura en Chihuahua. Ubicado en el pueblo mágico de Casas Grandes, el área es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y muestra los restos aún casi intactos del asentamiento prehistórico de la cultura Mogollón. Ubicado aproximadamente a 3 horas de la ciudad de Chihuahua, Paquimé se encuentra en un pintoresco entorno desértico y es una opción fantástica para una excursión de un día. Durante tu visita, podrás admirar los vestigios de varios edificios y estructuras precolombinos que datan del siglo VII A.C. y conocerás la historia de las poblaciones que habitaron la tierra desde entonces. Al salir del sitio arqueológico y antes de regresar a Chihuahua o continuar tu viaje, da un paseo por las calles de Casas Grandes y visita algunos de los lugares emblemáticos de este fascinante pueblo mágico. La misión franciscana de San Antonio de Padua del siglo XVII, la Plaza Benito Juárez y la comunidad mormona de Colonia Juárez, son algunos de los lugares de interés que quizás desees agregar a tu lista de destinos.

Chihuahua es también una puerta de entrada para descubrir los asombrosos paisajes naturales de las Barrancas del Cobre. Rodeado de una vegetación inesperadamente abundante que abarca robles, pinos, muchos tipos de cactus y otras especies de flora diferentes, el sistema de cañones es parte de la Sierra Madre Occidental y fue formado por los seis ríos que cruzan la Sierra. El área es un popular por ser un destino de turismo de aventura y es ideal para escalar, hacer rappel, caminar y andar en bicicleta de montaña. Algunos de los tesoros naturales que se esconden en las Barrancas del Cobre son el Parque Nacional Cascada Basaseachi, la cascada más profunda de México que se encuentra en un evocador paisaje verde, y La Sinforosa, una escénica formación natural de piedra volcánica que data de casi 30 millones de años. Una excelente manera de descubrir los tesoros de las Barrancas del Cobre es a través del tren El Chepe.

A solo 15 minutos en auto desde Chihuahua, encontrarás uno de los atractivos más famosos de la zona, el sistema de cuevas llamado Grutas de Nombre de Dios. Este asombroso sitio, considerado Patrimonio Natural por la UNESCO solía servir como una mina de minerales y ahora es popular entre los espeleólogos y los amantes de la naturaleza que se atreven a explorar el sistema subterráneo. El camino dentro de las cuevas se extiende por casi 2 kilómetros y ofrece vistas espectaculares de las formaciones de estalactitas y estalagmitas que se originaron a lo largo de los años. Algunas de las construcciones naturales más interesantes incluyen La Palmera, La Torre de Pisa y La Cascada. Las Grutas de Nombre de Dios son de fácil acceso para visitantes de todas las edades y tanto para aficionados, como para profesionales de la espeleología, como el interior puede estar muy húmedo y resbaladizo, es posible que desee usar ropa ligera y zapatos cómodos.

Si eres un amante de la naturaleza, el Cañón Namurachi es un destino extraordinario para un viaje de un día. Ubicado a solo dos horas de Chihuahua, este espectacular cañón es un monumento natural que atrae tanto a visitantes locales como a turistas. El cañón es un lugar ideal para pasar un rato en contacto con la naturaleza y ofrece muchas oportunidades para practicar deportes y actividades al aire libre como senderismo, escalada y camping. Al final del camino que atraviesa el cañón durante aproximadamente 1.5 kilómetros, encontrarás un altar que se utilizó para celebrar misas secretas durante la Guerra Cristera en el siglo pasado y un área verde escénica perfecta para tomar una fotografía.

Si estás en Chihuahua por un período prolongado, una visita al pueblo mágico de Creel tiene que estar en tu lista. Fundado en 1907, este pintoresco pueblo mágico, cuyo encanto parece no haber sido afectado por el tiempo, está enmarcado en un paisaje dramático en medio de la Sierra Madre Occidental. Creel es una de las puertas de entrada a las Barrancas del Cobre y gracias a su ubicación, es el lugar ideal para practicar montañismo y turismo de aventura, así como aprender las costumbres y tradiciones de la comunidad rarámuris local. Desde Creel se puede llegar fácilmente al Valle de Arareco, una de las zonas habitadas por los rarámuris y al maravilloso Lago de Arareco, ubicado a sólo 14 kilómetros. Este pequeño pero pintoresco lago, cuyas aguas parecen reflejar el cielo como en un cuadro, está rodeado de peculiares formaciones rocosas y enclavado en un hermoso pinar.

Como en todas las ciudades, conocerás a fondo el verdadero carácter de Chihuahua solo después de sumergirte profundamente en su escena culinaria. Reconocido por su gran variedad de restaurantes y sabores, Chihuahua te sorprenderá con una fascinante oferta gastronómica que va desde platillos internacionales de alta cocina, hasta especialidades locales caseras que nunca te cansarás de probar. Además de deleitarte con los clásicos burritos, empanadas y tacos, asegúrate de probar algunas enchiladas coloniales, deliciosas tortillas cubiertas con pollo y una salsa a base de chile y tomate, y el tradicional Queso Chihuahua. Para completar tu recorrido gastronómico, disfruta de un montado con frijoles refritos (bocadillo típico de tortilla con frijoles refritos encima) y una copa de sotol, una fuerte bebida alcohólica chihuahuense destilada del grupo de plantas comúnmente conocidas como ''cuchara del desierto''.